Lo dije una vez, y lo volveré a repetir, tres palabras que lo significan todo pero que no especifican nada…
DISFRUTA LA VIDA, vívela tal y como tú lo desees, eres dueño de tu pasado, tu presente y tu futuro. Vive tu vida de tal modo que al final de ella, si te dieran la oportunidad de volver a nacer, pidieras vivir tal y como recuerdas, aprovechando cada minuto de felicidad inagotable.
Vivir significa aprovechar todo cuanto te rodea, sentirte lleno de emociones, aprender, enseñar, recordar… recordar momentos felices, momentos llenos de satisfacción, mirar atrás y ver que te has convertido en quien querías ser. Mirar atrás y pensar que la vida te está tratando bien o, al menos, no peor de lo que te podría estar tratando.
Vivir… se trata de hacer que cada momento de tu vida, cada milésima de tu existencia sea irrepetible, saturada de felicidad; se trata de sufrir, de aprender de la vida, de saber sobrellevar los momentos difíciles, de tirar pa’ lante sin mirar atrás, de saber reir, pero saber llorar, de ser sinceros, pero no callar ante lo injusto, siempre; y, si quieres algo, ir a por ello, con todo tu esfuerzo, tus ganas, con la felicidad de quien está convencido de que lo conseguirá… inténtalo hasta que lo consigas. Mejor dicho, no lo intentes, hazlo.