Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas.
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo. Cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar, decir a espaldas o cruzar la línea.
Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz…
Podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá salir bien en el momento y al cabo del tiempo terminal mal...podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.